1. DesmontajeCon un rotulador o tiza marcamos las abolladuras o rozones que se detecten. Cubriremos el volante y asientos con fundas protectoras. Primero se desmontarán aquellos accesorios que puedan ser dañados en la reparación.
2. Desabollado
Consiste en enderezar ángulos y esquinas hasta dejarlas en su estado original. Cada golpe o abolladura es diferente, por lo que debe tratarse de forma diferente, observando cada detalle.
3. Mastique
El mastique son las masillas a las que se añade catalizador y que se aplican sobre hoyos de la chapa o zonas plásticas con la ayuda de espátulas de plástico.
4. Lijado
Para el lijado del mastique pasaremos de un primer lijado más grueso a otro más fino, acabando siempre con el grano más fino posible, para que no se noten los surcos una vez pintado.
5. Fondo
Una vez lijado pasamos a dar el fondo. Hay que tener la precaución de tapar aquellas zonas que no van a ser pintadas.
6. Lijado y matizado
Consiste en lijar la superficie suavizando el fondo, sin llevar a descubrir el mastique, para que agarre mejor la pintura.
7. Limpieza de superficie
Una vez matizada la superficie, hay que lavar el vehículo con agua y jabón para eliminar el polvo y posibles manchas de grasa. Se pasará un paño impregnado en desengrasante por toda la superficie a pintar.
8. Enmascarado o empapelado
Una vez limpio y seco, se procede a empapelar aquellas zonas que no van a ser pintadas. Para ello utilizaremos el film de enmascarado, que al ser de plástico no suelta la típica pelusilla propia de la celulosa.
9. Pintura
La pintura de chapa se realiza en la cabina de pintura con secado a partir de la exposición a la radiación ultravioleta, que provoca una reacción de polimerización entre sus componentes permitiendo un secado de la pintura en tiempos muy cortos y con la máxima calidad.
10. Barniz
Una vez preparado el barniz, se deben dar dos capas, la primera más rápida y ligera y una segunda más detenida, buscando el mejor acabado.